25.4.07

Anécdota playera

3 mujeres 3, jubiladas y con una media de edad de unos 70 años -mi madre y dos de sus hermanas- caminando tranquilamente por el paseo marítimo de Cullera.
Una panda de adolescentes se aburre en la arena y uno de ellos tiene la ocurrencia de arrojar un vaso de plástico lleno de arena a las tres jubiladas.
Las tres jubiladas empiezan a soltar improperios contra el ocurrente chaval de unos dieciséis o diecisiete años. Éste, pavoneándose delante de sus amigas se acerca a las jubiladas con un cigarro en la boca y los brazos abiertos en actitud desafiante.
Contrariamente a los pensamientos del muchacho, una de mis tías le suelta un revés digno del mismísimo Roger Federer, que le cruza la cara mandando el cigarro unos metros más allá. Acto seguido, viendo que mi tía desenfunda su móvil para llamar a la policía pero temiendo que lo use para plantarle un sms en la cabeza, el chico emprende la huida acompañado de su pandilla, entre el escarnio general de los paseantes.

Imagino que esa hostia le va a perseguir durante toda su vida, no sólo por lo herido que quedó su orgullo sino por las chanzas que va a tener que aguantar de sus colegas.

**LLopDgul3s comenta que le recuerda al vídeo del niñato del metro de Valencia. A mí también, si alguien llega a grabar la escena en la playa y la sube al youtube, mi tía sería famosa en la red:)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡ole por tu tía!

Álvarez del Vayo dijo...

OLE TU TIA

Ojalá las cosas salieran asi siempre

El conspicuo Morgan dijo...

Los adolescentes siempre han sido así y siempre lo serán. Lo que pasa es que los mayores, que siempre han sido como tu tía, han dejado de imponer la autoridad moral que sólo dan los años, por aquello de que los menores, por lo visto, ahora son intocables. Yo por supuesto también fui adolescente, y por supuesto también hice burradas varias, pero de intocable nada, tuve enfrente a los mayores parándome los pies, de maneras más o menos ortodoxas, pero con la intención clara. Y hoy por hoy, agradezco que así fuera. La juventud está para eso, para aprender a ser adultos.

El problema es que algo así, que por supuesto aplaudo, tenga que ser noticia o anécdota, cuando debería ser ley de vida elemental.

eva dijo...

se q suena ridiculo, pero si yo hubiera visto a los chicos hacer eso probablemente me hubiera echado a llorar, porq me produce una frustracion tremenda la impunidad con la q alguna gente joven se creen q se comen el mundo a costa de su mala educacion.
bien por tu tia!

Anónimo dijo...

Los que van de gallitos antes o después encuentran su réplica.
Un día iba yo para la playa en Santander y paro en un semáforo en rojo, yo era el tercer coche, en eso que se pone en verde y el primero tarda en salir con lo que el segundo le mete una pitada de espanto, el otro sale despacito y entonces el del claxón empieza a dar acelerones y hacer como que se va a chocar con el de delante. De repente el primero para a un lado y el que iba detrás, "jovencillo macarra" se baja del coche con un bate de béisbol ante los gritos de calma de su novia, a continuación del coche de delante se bajan tres señores mayores, fuertotes pero jubilados, cuando el chaval se dirige a ellos con el bate, éstos sacan una cadena, se la enrollan en el brazo y se echan sobre él; ante esto el "jovencillo macarra" tira el bate de béisbol y sale corriendo dejando allí abandonados su coche y su novia. Lo dicho, todo un gallito

Villaykorte dijo...

Estoy de acuerdo con todos vosotros salvo con lo de que los menores son intocables.
Mi tía (una vida dura donde las haya) llegó a su jubilación cocinando y siendo jefe de cocinas en mogollón de colegios y campamentos de colegios.
Desconozco el valor/frialdad/temor/convencimiento que tuvo para plantarle una hostia al macarrilla, pero si os vale de algo se la dió al grito de ¡ Chulerías a mí...!

Anónimo dijo...

Hombre, son intoacables ya desde casa, entre que muchos padres pasan totalmente de sus hijos y que los que no pasan los tienen totalmente consetidos y sobre-protegidos, llegamos a la situación actual. Nosotros todavía fuimos de los que jugamos en la calle y nos tuvimos que enfrentar a muchas cosas que ahora estos ni ven. Parecemos ya los clásicos vejetes que dicen "no sé dónde va a llegar esta juventud", pero en este caso lo hacemos sabiendo que de los que nacimos, como mucho, en los primeros '80 a los que han nacido después va un trecho demasiado grande. Yo lo veo todos los días en clase, jamás se me hubiera ocurrido a mí hacer muchas de las cosas que hacen los crios de 6 años dentro del aula por la cuenta que me traía... ahora se la pela todo, les da igual, porque también les da igual a sus padres.

Anónimo dijo...

Yo tengo 33 años. Aunque no os quito razones en lo de las nuevas generaciones también hay que hacer el esfuerzo de intentar hacer memoria ¿no decían nuestros padres de nuestra generación más o menos lo mismo que nosotros decimos de la siguiente? "ya no se respeta como antes..., en mis tiempos no te hubiese atrevido a hacer/decir eso..., no tienen respeto por nada..., los padres de ahora consienten demasiado..." Y hasta aquí hemos llegado y no nos ha ido tan mal

LLop dijo...

La historia recuerda a la del niñato del metro de Valencia que rueda ahora por el Youtube, pues bien por tu tía.

Buen blog, un saludo.