Ayer mientras veía la carrera de Alonso en Indianápolis me llamó la atención cómo explicaba Antonio Lobato lo exigente que era el circuito estadounidense para el motor. Era una explicación tipo "explíquemelo como si fuera un niño de cinco años"; Lobato decía que si metes la mano diez veces durante un segundo en un horno a 90º la notas caliente, pero que si metes la mano una vez durante diez segundos en el mismo horno te quemas y que lo mismo le pasa a los motores.
Esta mañana nos desperezábamos con la noticia de que habían muerto 23 personas durante el fin de semana en la carretera. A la hora de comer nos atragantábamos con los no menos de 34 muertos en el accidente del metro de Valencia.
Parece ser que sí, que quema más.
D.E.P.
*Esperaba, como Eva, que no subiese la cifra de fallecidos, pero ya son 41 y 39 heridos graves. Sigo sin entender como un convoy de metro puede ir a más velocidad de la recomendable, yo soy madrileño y vivo en Madrid. Siempre me he creído que los convoyes tienen sistemas automáticos por los que no se puede superar nunca la velocidad reglada. Un día, hace un par de años dejé de creerme esas medidas de seguridad. Fuimos desde
"Diego de León" hasta "Sainz de Baranda" con cuatro o cinco puertas abiertas durante el trayecto. Siempre nos habían vendido que con una sóla puerta abierta el tren no arrancaba, aunque también nos habían asegurado que ningún convoy podría sobrepasar la velocidad adecuada.
**Desconozco si en Valencia les han engañado con algo parecido, espero que no, el metro de Valencia es mucho más nuevo. Si es realmente un accidente que lo expliquen y si es una imprudencia que la demuestren , pero espero que no le echen la culpa al muerto.
***De primeras dijeron que se había desprendido parte del techo del túnel, luego parte de la pared, más tarde que había pinchado una rueda (no es coña, lo he visto en la tele), luego algo de una rueda y un eje sumado a la gran velocidad. ¡Que no se pasen la bola unos a otros!, son 41 muertos y queremos saber que ha pasado. Me la suda que el Papa esté apunto de llegar, quiero que me expliquen (como si fuera un niño de cinco años) lo que ha pasado.