Son sólo reflexiones, no esperéis nada trascendente.
Fisichella: sale cuarto y acaba cuarto
Massa: sale tercero y acaba tercero
Hamilton: sale segundo y acaba segundo
Alonso: sale primero y acaba primero
Vamos, como si en un Scalextric todos los coches fueran por el mismo carril.
¡Qué gran espectáculo!
Escrito por
Villaykorte
a las
11:54 a. m.
Etiquetas: alonso, f1, mundo real
"Todas las rayas que vieres en las manos, oh curioso lector, significan que la mano se dobla por la palma y no por arriba, y que se dobla por las junturas; y por eso están las grandes en las coyunturas désas, como es cuero delicado, resultan las otras menudas. Y para ver que esto es así mira que en el pescuezo y frente, caderas, corvas y codos y sangraduras y nalgas, por donde se arruga el pellejo y en las plantas de los pies hay rayas. Y así había de haber, si fuera verdad (como hay quirománticos), nalguimánticos, y frontimánticos y codimánticos y pescuecimánticos y piedimánticos"Francisco de Quevedo
2 comentarios:
La verdad, no me esperaba ni más ni menos de ese Gran Premio. Me hacía gracia el jueves cuando estaban los comentaristas todo preocupados por si llovía, cuando muchos aficionados es por lo que estábamos suspirando.
Desde mi punto de vista en la época del gran cambio de reglamentación la F-1 tenía 2 caminos y eligió el tercero. Y así le va, porque aquí ahora está el fenómeno de Alonso, pero si no hace años que no la verían ni las ratas.
En la época del gran despegue tecnológico llegó haber coches con tracción total y 4 ruedas directrices, con cambios CVT (sin marchas) y con mil florituras más, se cortó todo eso "en aras del espectáculo" pero 10 años más tarde sigue siendo tan aburrida como entonces. En aquel momento las alternativas eran:
-Dejar la F-1 como escaparate tecnológico, donde se desarrollaran tecnologías (que luego siempre van a parar a coches de calle) y el que más pasta tenga que tenga mejor coche. O sea, como ahora, pero con coches mucho mejores.
-Dejar la F-1 en plan atracción; pero para eso hay que volver a los orígenes: coches más pequeños, cambios manuales (pero del todo) y sólo incidir en los aspectos de seguridad del piloto; motores turbo de baja cilindrada y el que pueda que lo exprima al máximo, como en la época del 1500 turbo de Renault que tenían que "estimar" la potencia porque no tenían un banco suficientemente resistente para medirla.
Lo de ahora, es una cagada.
Gracias Chamaruco, tú sí que sabes explicarlo.
Publicar un comentario