3.2.07

Definitivamente , la humanidad se vuelve gilipollas

Un partido de fútbol: Catania - Palermo
Resultado oficial: 1-2
Resultado oficioso: un muerto, un herido muy grave y cien heridos

Fiesta en Sicilia, fiesta futbolera, partido adelentado al viernes por la festividad de Santa Ágata, patrona local.
No cuatro, sino cuatrocientos gilipollas se empeñan en lanzar de todo al campo, se suspende el partido, el típico listo de turno obliga a que se reanude, todo está bajo control (unos cojones), gana el equipo visitante y desde aquí con sólo pagar una entrada, tienes opciones para que Caronte te lleve al otro lado.
El caso es que en la barca se subió un policía de 38 años al que le arrojaron -cágate lorito- ¡ una carta bomba!
¿Qué clase de vertebrado descerebrado puede acudir a un campo de fútbol con una carta bomba?. No soy capaz de imaginármelo; vamos a ver, llevo la bufanda, el gorrito, la bandera, la petaca, unas pilas para ir abriendo brechas y ¡se me olvidaba!, la carta bomba esa que pone no doblar por la línea de puntos: peligro de explosión
No recuerdo quién dijo que era fácil medir el coeficiente intelectual de las masas; se toma el CI del individúo que lo tiene más bajo y se divide por el número total de participantes en la propia masa. Va a resultar que tenía razón.

*Extrañado por lo de la "bomba carta" y después de oir en un telediario que la muerte fue producida por un petardo, me he puesto a buscar en google, una "bomba carta" es efectivamente un petardo, pero un petardo con 174 gramos de pólvora. Tened en cuenta que los que se venden en navidades en España no sobrepasan los 5 gramos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sinceramente no me extraña, el fútbol se ha convertido para toda esta raza de subnormales con mentes de gráfica plana, para demostrar lo "fuertes que son".

Hace un par de semanas me tragué aquí un, por otra parte lamentable, partido de Segunda B, y unas cuantas filas por debajo teníamos a un grupo de payasos imberbes que con el pretexto de "animar" se dedicaron a hacer el imbécil durante todo el partido; unido a lo que se ve cuando vas fuera (en Vigo, en un partido contra el Celta B tuvo que intervenir la policía) te das cuenta de que sobra mucha gente.

Patricia F. Bregon dijo...

Acojonante, sin palabras!!! 1 carta bomba?

El conspicuo Morgan dijo...

Hubo un tiempo en el que a los Sevilla-Betis y Betis-Sevilla podían ir los aficionados mezclados entre sí, un derby era simplemente un partido en el que contabas con la ventaja de que tu equipo no tenía que viajar a otra ciudad y te podías ir a verlos junto con tus familiares y amigos de tu equipo y del equipo rival. Hoy en día eso es completamente imposible, y a las hemerotecas me remito. Es un tema relativamente reciente (la fundación de los grupos ultras de los equipos sevillanos datan de 1975 y 1986 y éstos, los dos, Biris y Supporters, fomentan, y que no me lo nieguen, el trato extremista y violento física y moralmente a toda la afición rival) y que si nos preocupara de verdad a todos seríamos capaces de sacarlo del entorno del fútbol (que es solamente, y sin quererlo, un buen caldo de cultivo para estas movidas) y analizar, desde un punto de vista sociológico y no deportivo, por qué ocurre realmente y por qué cada vez se agrava más. Y los medios y algunas declaraciones de algunos "responsables" de los clubes se empeñan en que ni el debate se saque del fútbol ni se solucione desde dentro de él.

Por lo menos, este fin de semana no hay fútbol en Italia. No pasa nada, el siguiente lo habrá y aquí no habrá pasado nada.